Desde tierras mayas te abrazamos Gabriela Montoya con nuestro más sincero amor y gratitud, por tu entrega con pasión y amor a la apertura de espacios y procesos de sensibilización humana. Contigo aprendimos a jugar, a cantar, a perder el miedo y a danzar y tomarnos las calles empinadas de nuestros barrios, convocando enormes comparsas de alegría y de vida.
Gracias, incansable y solidaria compañera, maestra, complice de la vida. Viaja, viaja tranquila por los caminos luminosos que siempre construiste con generosidad al lado de nosotros. Viaja tranquila compañera de luchas y de sueños. Te agradecemos tres veces, como hacían las y los abuelos. Gracias hermana por tu confianza en la juventud que continua tu obra y tu legado imprescindible para construir humanidad.
Tus pasos, enseñanzas, siempre se mantendrán vivas, intactos, como la luz del sol. Mujer la semilla que sembraste, la regaste y cuidaste, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de cuidarla, regarla y multiplicarla, esas fueron tus enseñanzas.
Seguí con tu energía viajando por el universo cantando con tu limpidez y tu ejemplo de honestidad. En nuestras conciencias y corazones se quedan tus enseñanzas de maestra libertaria.
Te queremos por siempre, tu familia Ludica y Barrio Comparsa.
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